El pasado jueves, pasamos el día en el V Salón del Champagne organizado por el Grupo Peñín. Como patrocinadores del evento, estuvimos allí con nuestra mesa dando a conocer el Presorvac.
En general, el nivel de visitante nos pareció muy buena, una mezcla de profesionales de bodegas, de restauración, prensa y aficionados.
La presencia de los aficionados es bastante importante desde el punto de vista de dar a conocer los champagnes que estaban en exposición. Cuando alguien se plantea comprar una botella de Champagne, especialmente si es un producto de precio elevado, es muy difícil que compre una marca que nunca ha probado antes (o que por lo menos no le ha sido recomendado un amigo.)
Si tienes una marca poco conocida, la presencia de aficionados (creadores de opinión entre sus amigos) en un evento como el del Salón del Champagne es importantísima porque es allí donde empiezas a crear una base de gente que, habiendo probado tu producto, ya están dispuestos a comprarlo cuando lo encuentren en un restaurante, y recomendarlo también a sus amigos.
Obviamente, es esta misma lógica que explica la creciente motivación por parte de las bodegas de promover la venta de vinos por copa. Todo lo que les ayuda a dar a conocer su vino es bueno, y el servicio de vinos por copa es quizás la mejor manera de llegar a un público muy amplio.
Si tuviera que dar algún consejo para que mejoraran el evento, sería ser más abundantes con los canapes. ¡Pasé los 7 horas prácticamente sin comer! También lamento no haber catado más Champagnes, aunque el motivo de esto por lo menos es positivo. Estaba muy ocupado atendiendo al público en nuestra mesa.