Acabo de volver del hotel Husa Princesa (cinco estrellas) en Madrid donde Freixenet está abriendo su primer Cava Bar. Se trata de un espacio moderno y elegante, muy Freixenet, donde puedes probar por copas algunos de sus mejores cavas. Todas las botellas abiertas conservadas perfectamente con el Presorvac.
Estamos encantados, y Freixenet también. Enseñamos el Presorvac a José María Ferrer (Director General del Área Comercial del Grupo) por primera vez en Alimentaria, en marzo. Su primera reacción fue, “¡Cojonudo!” No sabíamos entonces que estaban a punto de abrir el Cava Bar, o “Bubbles Department” como pone en la vitrina que puedes ver en la foto arriba.
¿Qué está tramando Freixenet?
Pero lo realmente interesante de todo esto es el objetivo que motivó a Freixenet a abrir este bar, donde además de sus cavas se pueden tomar por copas también diferentes vinos de su amplio grupo de bodegas. Hay mucha gente que cuando piensa en Freixenet, piensa sólo en Cordón Negro y Carta Nevada. Son cavas muy populares, con ventas millonarias, y son de la gama básica del grupo.
Hoy en día, todas las bodegas más importantes están enfocadas en desarrollar las ventas de sus vinos de gama alta. La tendencia del público, como todos sabemos, desde hace muchos años es de beber cada vez menos vino, pero de mejor calidad. El problema que tienen muchas bodegas es que la mayoría de la gente los conoce por sus vinos más básicos, pero nunca ha probado sus mejores vinos. Resulta que es difícil vender un vino que nadie conoce. Poca gente está dispuesta a pagar 15 o 20, por no decir 40 o 50 euros para una botella de un vino que nunca han probado.
Cordón Negro y Carta Nevada son buenos vinos, pero Freixenet quiere que la gente pruebe también su Brut Barroco, su Malvasía, sus Vintage, por no hablar de vinos como Vionta, Fra Guerau, etc. ¿Cómo lo consigues? Si has dicho, “¡Eureka, vinos por copa!”, acabas de pasar al siguiente nivel.
La mujer a quien no le gustaba Freixenet
La encantadora bar-woman de la foto me comentó una anécdota que ilustra perfectamente que es lo que Freixenet consigue con esta iniciativa. El otro día, me dice, entró una mujer en el Cava Bar. La bar-woman le preguntó si le apeteciera una copa de cava. “¿Qué tienes?”, fue la respuesta. “Cavas de Freixenet.” “No, gracias, Freixenet no me gusta.” “¿De verdad? Quizás usted no ha tenido oportunidad de probar algunos de sus cavas de alta gama. ¿Porqué no pruebe un poco de Barroco, seguro que le va a encantar.”
Como tienen el Presorvac para conservar los cavas y vinos, la bar-woman abrió una botella de Brut Barroco, y le ofreció una pequeña muestra para que lo probara. A la mujer le gustó, y efectivamente pidió una copa. Pero lo mejor es que luego pidió otra del Vintage 2003, y una tercera de Malvasia. ¿Crees que Freixenet ahora tiene una nueva cliente para sus vinos de gama alta? Sin duda. ¿Crees que esta mujer habría probado estos vinos si hubiera tenido que comprar una botella hacerlo? Complicadísimo.
La moraleja
Si una bodega, o un restaurante, hotel o vinoteca, quiere vender más vino de gama alta, y ganar más dinero, el servicio de vinos por copa es la mejor manera para hacerlo. Permite que la gente pruebe por primera vez vinos de gama alta sin tener que arriesgarse a comprar una botella entera. Una vez convencidos de que un vino les gusta, es mucho más fácil que lo vuelvan a comprar una y otra vez, sea por copas o por botellas. Oye, algo sabrá Freixenet. ¡No por nada son la bodega más grande de España!